Siguiendo la estela del atún
Actividad - 23/05/2014
Un grupo de amigos de la Asociación han disfrutado de un fin de semana 100% túnido en Cádiz, donde han recorrido localidades y restaurantes especialmente vinculados al atún.
Zahara de los Atunes se convirtió en el punto de encuentro y elHotel Antonio en el campamento base desde el que se realizaron diversas salidas y donde tuvo lugar la primera toma de contacto “atunera”: una deliciosa cena donde sobresalieron platos como un sensacional tartare de atún de almadraba o la original tapa “Rojo & Blanco Yogur” una versión actualizada del clásico atún con tomate.
La mañana del sábado tuvo lugar la visita a una de las grandes conserveras de Barbate, Herpac, donde tuvieron ocasión de presenciar el ronqueo de un ejemplar de casi 100 kilos, y donde descubrieron los diferentes métodos para realizar las conservas de pescado.
Al mediodía llegó la hora de poner rumbo a El Puerto de Santa María, al velero anclado en tierra, de nombre Aponiente, tripulado por el chef Ángel León. Sin duda, uno de los momentos más esperados del viaje que no defraudó las expectativas de nuestros Amigos. El menú, especialmente creado para la ocasión, estuvo acompañado de un sensacional juego de armonías –finos, manzanillas y jereces– elegido y presentado con mimo por el sumiller Juan Ruiz. Imposible elegir un solo plato en este maravilloso desfile gastronómico, donde brillaron con especial fuerza el arroz con plancton o la original versión de las papas con choco gaditanas.
La agenda del día terminó en Zahara de los Atunes, donde se celebraba la Ruta del Atún de Zahara; en este rally culinario participaron 39 establecimientos de la ciudad, que marcaron un delicioso recorrido donde el atún, no podía ser de otra manera, se convirtió en el objeto de 39 recetas servidas en formato tapa.
El domingo, tras recorrer las encaladas calles de Vejer, el grupo se dio un segundo “homenaje” esta vez en uno de los restaurantes emblemáticos en nuestro país en lo que al atún se refiere: El Campero, en Barbate. Con un menú dedicado en exclusiva al atún rojo de almadraba, degustaron, literalmente, todas las partes del túnido, desde las tradicionales ventresca, morrillo o parpatana a las más insólitas, como el corazón o las huevas de leche (semen) en diversas preparaciones.
Sin duda un broche de oro para un viaje único, en el que, una vez más, lo mejor fue la compañía.
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