Robin Hood y otras formas de “alimentar corazones”
Noticia -02/10/2018
Robin Hood y otras formas de “alimentar corazones”
Por Rafael Ansón
Peso Perfecto, Naturhouse. Septiembre 2018
Hay iniciativas de contenido social tan admirables que no deberíamos dejar de mencionarlas a todas horas en los medios de comunicación. Siempre me han escuchado hablar de la cocina de las cuatro eses: saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria y a la solidaridad quiero hacer mención hoy a través de hombres y colectivos de trayectorias realmente ejemplares.
Por eso, traemos a estas páginas unos restaurantes diferentes, pues carecen de los objetivos empresariales característicos de este tipo de establecimientos. Detrás de ellos se encuentra la firma de la asociación Mensajeros de la Paz, al frente de la cual se encuentra el Padre Ángel García, un personaje realmente excepcional.
El nombre de Robin Food (con sedes en la calle del Nuncio y la calle Bravo Murillo de Madrid y también en la ciudad de Toledo) no es casual, puesto que la leyenda de Robin Hood describe a un héroe que robaba a los ricos para dar a los pobres. Es decir, que su objetivo era compartir, que las personas que más tuvieran compartieran con las más necesitadas. Decía Hood, inmortalizado en el cine, entre otros, por Errol Flynn, que “no hay diferencia entre un caballero y cualquier otro hombre, aparte de sus ropas”.
Así, en estos restaurantes los “sin techo” pueden presumir de haber comido con manteles y con cubiertos gracias (en algunas ocasiones), a chefs acreditados por el público y la crítica.
Oferta diferenciada a lo largo del día
Estos restaurantes dan servicio de desayunos y almuerzos al público en general, con precios de mercado, pero por la noche la atención se limita a las personas sin hogar o con pocos recursos. Porque se trata, como le gusta decir al Padre Ángel, de “dignificar las cenas, de forma que las personas con necesidades puedan sentarse en una mesa con manteles y cubiertos y atendidos por camareros”. En este caso, el menú es de dos platos y postre. En palabras del Padre, “un primer plato de amistad, un segundo de dignidad y un postre de compañía”.
A mediodía se puede tomar un menú a base de arroces, ensaladas, carnes o pescados al precio de 12 euros, mientras que a la carta se eleva a unos 20 euros, con una propuesta de cocina tradicional cuidada. Hasta se puede encargar cordero o cochinillo.
La iglesia de San Antón de Madrid
Además de esta encomiable iniciativa gastronómica, la asociación Mensajeros de la Paz (que nació en Asturias en los años 60 como La Cruz de los Ángeles) regenta la iglesia de San Antón de Madrid, que permanece abierta las 24 horas del día para acoger a los menesterosos que lo requieran, a quienes ofrece todo tipo de atenciones. Porque, en palabras del Papa Francisco, “una iglesia es un lugar abierto de día y noche, una casa de acogida, una isla de misericordia, una casa solidaria, un pequeño hospital de campaña”.
Y, como complemento a este templo singular, que nunca cierra sus puertas, los restaurantes Robin Food ayudan a alimentar a quienes más lo necesitan. Por eso agradecen a todos los que pueden que dejen abonado un menú para quien no está en condiciones de permitírselo. Gastronomía, por encima de todo, solidaria la del Padre Ángel García, quien está siempre “alimentando corazones” y merece, por tanto, todos los homenajes.
Otras iniciativas encomiables
Los esfuerzos puestos en marcha por el Padre Ángel y sus colaboradores no son, felizmente, los únicos. Encomiable es el funcionamiento de los Bancos de Alimentos, con los que siempre ha colaborado la Real Academia de Gastronomía.
Entre tanto esplendor de la gastronomía española, conviene también recordar la labor que desarrollan estas organizaciones que luchan contra el hambre. Porque mucho antes del placer está siempre la supervivencia. Concretamente la Fundación Banco de Alimentos de Madrid distribuye, anualmente, 10.000 toneladas de alimentos a más de 600 entidades benéficas de la Comunidad de Madrid que atienden a más de 100.000 personas necesitadas. Se trata de familias, discapacitados, ancianos, niños desvalidos, adictos en recuperación, inmigrantes, enfermos de sida o personas en riesgo de exclusión social.
Como es sabido, la Fundación (y otros muchos Bancos de Alimentos distribuidos por toda España) dedica su principal actividad a la obtención de excedentes alimentarios procedentes de industrias agroalimentarias, distribuidoras, empresas del ramo, centros comerciales y un largo etcétera. Su objetivo consiste en la consecución gratuita de estos alimentos, almacenamiento y su posterior distribución a entidades benéficas autorizadas. Incluso organizan la Operación Kilo, a gran escala en diferentes hipermercados.
En general, los Bancos de Alimentos (hay medio centenar en toda España, agrupados en la Federación Española de Bancos de Alimentos) necesitan más solidaridad y ayudas porque no llegan a cubrir ni una quinta parte de las necesidades de alimentos de sus entidades beneficiarias y hay otras muchas que están en lista de espera, incapaces de atender más casos de exclusión social.
La Real Academia de Gastronomía siempre ha intentado aportar su granito de arena y ha organizado cenas benéficas tanto con la Fundación Mensajeros de la Paz, del Padre Ángel, como con los Bancos de Alimentos.
Los Desayunos Solidarios de la Orden de Malta
Otra iniciativa solidaria digna de destacar son los Comedores Sociales de la Orden de la Cruz de Malta, a los que une incluso sus Desayunos Solidarios que reparte durante las mañanas de los domingos (día en el que cierran la mayoría de comedores sociales de España) la primera comida del día a personas sin recursos económicos.
Recetas con corazón
Finalmente, el jesuita Javier Repullés está detrás de la Fundación Pan y Peces, que también ayuda a las familias necesitadas. Recientemente ha editado los libros Recetas con corazón, que han contado con la colaboración desinteresada de personajes populares de todos los ámbitos, como los cocineros Martin Berasategui, David Muñoz, Ramón Freixa, Adolfo Muñoz, Joaquín Felipe, Dani García, Samantha Vallejo-Nágera o Ángel León; deportistas como Carlos Sainz o Emilio Butragueño, los cineastas Fernando Colomo o Manuela Velasco, cantantes como Rosario Flores o Antonio Carmona, toreros como Enrique Ponce o El Juli, empresarios como Blanca Entrecanales o diseñadores como Alberto Corazón, entre otros muchos. Son estupendos recetarios que, además, responden a la admirable necesidad de poner una pizca de felicidad en la vida de muchas personas.
Como dice Ramón Freixa en la solapa de estos recetarios: “Detrás de estas recetas está el esfuerzo diario de los hombres y mujeres que colaboran con la Fundación Pan y Peces para regalar una sonrisa, para alimentar cuerpo y espíritu”.
Por Rafael Ansón
Peso Perfecto, Naturhouse. Septiembre 2018
Hay iniciativas de contenido social tan admirables que no deberíamos dejar de mencionarlas a todas horas en los medios de comunicación. Siempre me han escuchado hablar de la cocina de las cuatro eses: saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria y a la solidaridad quiero hacer mención hoy a través de hombres y colectivos de trayectorias realmente ejemplares.
Por eso, traemos a estas páginas unos restaurantes diferentes, pues carecen de los objetivos empresariales característicos de este tipo de establecimientos. Detrás de ellos se encuentra la firma de la asociación Mensajeros de la Paz, al frente de la cual se encuentra el Padre Ángel García, un personaje realmente excepcional.
El nombre de Robin Food (con sedes en la calle del Nuncio y la calle Bravo Murillo de Madrid y también en la ciudad de Toledo) no es casual, puesto que la leyenda de Robin Hood describe a un héroe que robaba a los ricos para dar a los pobres. Es decir, que su objetivo era compartir, que las personas que más tuvieran compartieran con las más necesitadas. Decía Hood, inmortalizado en el cine, entre otros, por Errol Flynn, que “no hay diferencia entre un caballero y cualquier otro hombre, aparte de sus ropas”.
Así, en estos restaurantes los “sin techo” pueden presumir de haber comido con manteles y con cubiertos gracias (en algunas ocasiones), a chefs acreditados por el público y la crítica.
Oferta diferenciada a lo largo del día
Estos restaurantes dan servicio de desayunos y almuerzos al público en general, con precios de mercado, pero por la noche la atención se limita a las personas sin hogar o con pocos recursos. Porque se trata, como le gusta decir al Padre Ángel, de “dignificar las cenas, de forma que las personas con necesidades puedan sentarse en una mesa con manteles y cubiertos y atendidos por camareros”. En este caso, el menú es de dos platos y postre. En palabras del Padre, “un primer plato de amistad, un segundo de dignidad y un postre de compañía”.
A mediodía se puede tomar un menú a base de arroces, ensaladas, carnes o pescados al precio de 12 euros, mientras que a la carta se eleva a unos 20 euros, con una propuesta de cocina tradicional cuidada. Hasta se puede encargar cordero o cochinillo.
La iglesia de San Antón de Madrid
Además de esta encomiable iniciativa gastronómica, la asociación Mensajeros de la Paz (que nació en Asturias en los años 60 como La Cruz de los Ángeles) regenta la iglesia de San Antón de Madrid, que permanece abierta las 24 horas del día para acoger a los menesterosos que lo requieran, a quienes ofrece todo tipo de atenciones. Porque, en palabras del Papa Francisco, “una iglesia es un lugar abierto de día y noche, una casa de acogida, una isla de misericordia, una casa solidaria, un pequeño hospital de campaña”.
Y, como complemento a este templo singular, que nunca cierra sus puertas, los restaurantes Robin Food ayudan a alimentar a quienes más lo necesitan. Por eso agradecen a todos los que pueden que dejen abonado un menú para quien no está en condiciones de permitírselo. Gastronomía, por encima de todo, solidaria la del Padre Ángel García, quien está siempre “alimentando corazones” y merece, por tanto, todos los homenajes.
Otras iniciativas encomiables
Los esfuerzos puestos en marcha por el Padre Ángel y sus colaboradores no son, felizmente, los únicos. Encomiable es el funcionamiento de los Bancos de Alimentos, con los que siempre ha colaborado la Real Academia de Gastronomía.
Entre tanto esplendor de la gastronomía española, conviene también recordar la labor que desarrollan estas organizaciones que luchan contra el hambre. Porque mucho antes del placer está siempre la supervivencia. Concretamente la Fundación Banco de Alimentos de Madrid distribuye, anualmente, 10.000 toneladas de alimentos a más de 600 entidades benéficas de la Comunidad de Madrid que atienden a más de 100.000 personas necesitadas. Se trata de familias, discapacitados, ancianos, niños desvalidos, adictos en recuperación, inmigrantes, enfermos de sida o personas en riesgo de exclusión social.
Como es sabido, la Fundación (y otros muchos Bancos de Alimentos distribuidos por toda España) dedica su principal actividad a la obtención de excedentes alimentarios procedentes de industrias agroalimentarias, distribuidoras, empresas del ramo, centros comerciales y un largo etcétera. Su objetivo consiste en la consecución gratuita de estos alimentos, almacenamiento y su posterior distribución a entidades benéficas autorizadas. Incluso organizan la Operación Kilo, a gran escala en diferentes hipermercados.
En general, los Bancos de Alimentos (hay medio centenar en toda España, agrupados en la Federación Española de Bancos de Alimentos) necesitan más solidaridad y ayudas porque no llegan a cubrir ni una quinta parte de las necesidades de alimentos de sus entidades beneficiarias y hay otras muchas que están en lista de espera, incapaces de atender más casos de exclusión social.
La Real Academia de Gastronomía siempre ha intentado aportar su granito de arena y ha organizado cenas benéficas tanto con la Fundación Mensajeros de la Paz, del Padre Ángel, como con los Bancos de Alimentos.
Los Desayunos Solidarios de la Orden de Malta
Otra iniciativa solidaria digna de destacar son los Comedores Sociales de la Orden de la Cruz de Malta, a los que une incluso sus Desayunos Solidarios que reparte durante las mañanas de los domingos (día en el que cierran la mayoría de comedores sociales de España) la primera comida del día a personas sin recursos económicos.
Recetas con corazón
Finalmente, el jesuita Javier Repullés está detrás de la Fundación Pan y Peces, que también ayuda a las familias necesitadas. Recientemente ha editado los libros Recetas con corazón, que han contado con la colaboración desinteresada de personajes populares de todos los ámbitos, como los cocineros Martin Berasategui, David Muñoz, Ramón Freixa, Adolfo Muñoz, Joaquín Felipe, Dani García, Samantha Vallejo-Nágera o Ángel León; deportistas como Carlos Sainz o Emilio Butragueño, los cineastas Fernando Colomo o Manuela Velasco, cantantes como Rosario Flores o Antonio Carmona, toreros como Enrique Ponce o El Juli, empresarios como Blanca Entrecanales o diseñadores como Alberto Corazón, entre otros muchos. Son estupendos recetarios que, además, responden a la admirable necesidad de poner una pizca de felicidad en la vida de muchas personas.
Como dice Ramón Freixa en la solapa de estos recetarios: “Detrás de estas recetas está el esfuerzo diario de los hombres y mujeres que colaboran con la Fundación Pan y Peces para regalar una sonrisa, para alimentar cuerpo y espíritu”.
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